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Dentro de la industria de manufactura, y en especial en la del sector automotriz, suceden eventos no previstos que afectan y sitúan en riesgo el comportamiento de la producción, la calidad del producto, la cadena de suministro, los tiempos de entrega y, finalmente, el desempeño ante el cliente.
Estos eventos se vuelven más complejos cuando las propuestas de solución tecnológica no son efectivas y suficientes para resolver la crisis, por lo cual el equipo de trabajo se ve rebasado, tornándose la situación aún más crítica cuando se pone en riesgo al cliente. Pero esto no lo es todo, existen otras condiciones que se exacerban, generando factores de restricciones más complejas, que son difíciles de gestionar, llevando a la empresa a un estado de verdadero caos y desorden total que impacta a todos los niveles de la corporación, al cliente y en especial a los resultados financieros, que posiblemente ya se encuentren en números rojos, es decir en “pérdidas”.
Bajo este contexto de circunstancias complejas, la situación de la empresa se vuelve aún más catastrófica. El sentido de urgencia se torna en gritos de exigencia para estabilizar la situación lo más apremiante posible, o sea, ayer. El equipo de ejecutivos realiza una serie de soluciones ortodoxas, como implementar equipos interdisciplinarios especializados para apoyar la situación, así como otras acciones que en algunos casos no son suficientes.
Finalmente recurren a la contratación externa de especialistas y consultores dedicados en temas críticos para darle una solución inmediata y experimentada que generalmente tiene buenos resultados.
La pregunta es: ¿cómo sería el apoyo de estos consultores y especialistas externos cuando existen restricciones de visitas por Covid-19?
De nuevo la tecnología Divirtualigente se aplica en estos casos. Durante la pandemia, un equipo interdisciplinario de trabajo entre España (Inytialgo) y México (Admexus), desarrollaron el modelo y la herramienta de Tele-Gestión-Productiva Divirtualigente, con el objetivo de satisfacer las necesidades de soporte de forma inmediata en situaciones complejas donde la empresa ya está en un estado crítico y caótico.
Este modelo generado de Tele-Gestión-Productiva Divirtualigente establece la recolección de los datos en tiempo real a través de sus sensores inteligentes, la conectividad y sus protocolos de seguridad, el resguardo de la información, el análisis de ciencia de datos y sus algoritmos, la identificación de las causas raíz y las propuestas de solución y mejoras sustanciales generadas por el especialista, el cual se puede encontrar en alguna parte del mundo.
Es un modelo donde el consultor está directamente en el lugar de los hechos, es decir, toma el control de la situación 24 hrs. Otra de las ventajas es la reducción de los costos de viaje y los tiempos de traslado, así como la pronta ayuda y la respuesta inmediata a las necesidades críticas en tiempo real.
De nuevo, la era de la trasformación tecnológica y digital está cada vez más presente en los procesos de producción en todos los sentidos, y en especial en la mejora de los indicadores de desempeño de la empresa en tiempo real.
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